Arde en llamas unidad de SUBA
Hermosillo, Sonora, 1
8 de mayo de 2009
Un camión del transporte urbano se incendió completamente en la calle Monterrey entre Yañez y Pino Suárez. En el percance no se registraron lesionados FOTO PH
Antes de lo pensado tuvieron que bajar a toda prisa alrededor de diez pasajeros de un camión del SUBA para evitar salir lesionados cuando la unidad ardió en llamas al transitar por el Centro de la ciudad. “Me asusté mucho, sentí muy feo cuando vi que en la parte de enfrente del camión empezó a salir lumbre, luego el chofer abrió las dos puertas y nos pidió a todos que nos bajáramos de inmediato, me dio mucho miedo”, narró María, de 73 años. La anciana se dirigía a las oficinas de Telégrafos a bordo del transporte número 132 de la Línea 9 Amapolas-Villas del Sur, el cual terminó completamente incinerado, convertido en un esqueleto de metal. Pasajeros del autobús mencionaron que en menos de dos minutos la unidad se cubrió de llamas, los vidrios comenzaron a estallar uno tras otro y una de las llantas traseras salió disparada a varios metros. El chofer Víctor Manuel García Tarazón, de 31 años, explicó que el problema inició con una fuga de líquido de la línea del clutch al momento de dar vuelta desde la avenida Yáñez al Poniente por la calle Monterrey.

Un camión del transporte urbano se incendió completamente en la calle Monterrey entre Yañez y Pino Suárez. En el percance no se registraron lesionados FOTO PH
Antes de lo pensado tuvieron que bajar a toda prisa alrededor de diez pasajeros de un camión del SUBA para evitar salir lesionados cuando la unidad ardió en llamas al transitar por el Centro de la ciudad. “Me asusté mucho, sentí muy feo cuando vi que en la parte de enfrente del camión empezó a salir lumbre, luego el chofer abrió las dos puertas y nos pidió a todos que nos bajáramos de inmediato, me dio mucho miedo”, narró María, de 73 años. La anciana se dirigía a las oficinas de Telégrafos a bordo del transporte número 132 de la Línea 9 Amapolas-Villas del Sur, el cual terminó completamente incinerado, convertido en un esqueleto de metal. Pasajeros del autobús mencionaron que en menos de dos minutos la unidad se cubrió de llamas, los vidrios comenzaron a estallar uno tras otro y una de las llantas traseras salió disparada a varios metros. El chofer Víctor Manuel García Tarazón, de 31 años, explicó que el problema inició con una fuga de líquido de la línea del clutch al momento de dar vuelta desde la avenida Yáñez al Poniente por la calle Monterrey.