MUERE LA LEGENDARIA YEGUA "LA COQUETA"
02 10 2009
Por: Germán Osuna Cruz
Muere la yegua… Nace la leyenda
Altar.- Cosas veredes Sancho, la triste noticia corrió como relámpago, duran
te el “II Futurity” realizado en el “Taste Guadalupano”, al principio los aficionados a los caballos decían; “Es solo un rumor, bárbaro”, “Es una mentira de los gringos, para quedarse con “la Coqueta”, “Que murió en un taste de Phoenix” “Que le ganó la carrera a los nueve caballos”, mientras tanto un servidor se comunicaba constante con el Alcalde de Altar Rafael Rivera Vidrio, “Estoy tratando de confirmar, me estoy comunicando a Phoenix”, pero su voz estaba entrecortada, por primera el “porro” se notaba sin ánimos, triste, parecía que la tragedia rondaba los tastes Sonorenses, más tarde cuando se realizaba la penúltima carrera de la jornada, se confirmaba la noticia, “La Coqueta” la campeona de cientos de carreras, la que hacía vibrar los carriles, había muerto, jugando su última carrera contra el destino y corriendo como nunca, saliendo adelante como ella sabía hacerlo, como dice el corrido, ¡Quisiera que fuera cuento! ¡Pero señores es cierto!, “La Coqueta” estaba muerta, se había quebrado una de sus patas y tuvo que ser sacrificada, ahí mismo en el taste Estadounidense. Los que convivieron con ella no pudieron contener el llanto, “Hay Coqueta tantas alegrías que no diste y ahora nos estás haciendo llorar, chingao”. Los testigos de la carrera, afirman que la yegua estaba ansiosa por correr, y tenerla descansada tres años fue demasiado para una yegua con ese temple, de esa jerarquía de raza, que nació para correr y ganar, tres años que no pisaba un carril, con un arranque que sorprendió a propios y extraños, hasta los jinetes de los otros caballos quedaron admirados con la salida tan sorprendente, el cronista oficial de la carrera narraba la increíble arrancada de “La Coqueta” tomando la delantera en forma exagerada, estaba ansiosa, quería volar, iba sobre los récords de velocidad, solo le miraron el polvo en los primeros cien metros, pero al llegar a los 250, cuando todos esperaban un triunfo más de “La Coqueta” en lo que parecía una carrera rutinaria y en forma desahogada, ya que les sacaba varios cuerpos de ventaja, vino el desenlace, polvo sobre el carril, un silencio en el taste, una caída, nudos en la garganta, dolor en la yegua, el principio de la tragedia, no había nada que hacer, venía lo inevitable, se había quebrado una de sus patas, tenía que ser sacrificada, fue traída de Arizona y regresaba a descansar a sus lugar de origen. Muere la yegua, nace la leyenda y empiezo a recordar el corrido del conjunto musical Laberinto, El Youtube no se da abasto en la internet, con la cantidad de usuarios escuchando el corrido de “La Coqueta”; “Por allá en Altar Sonora, dicen que vive un yegua, que se llama La Coqueta, no es una yegua cualquiera, porque siempre que ha corrido se lleva la delantera”. Parece cosa del destino, “El porro” me dijo hace unos días; “Súbete a la troka, acompáñame, te quiero dar una sorpresa, pero traite el pasaporte” le acompañaba Arturo Campuzano y enfilamos rumbo a Tucson Arizona, cuál sería mi sorpresa que me llevó directo a la cuadra del “Chimi” donde tenía celosamente guardada a la campeona “La Coqueta”, a la que yo constantemente le pedía me llevara para ver su estado. Rivera Vidrio, me decía que la había llevado a Tucson para cruzarla, para cargarla, y que de ninguna manera tenía intenciones de correrla pues la yegua ya le había cumplido a los aficionados, nunca se imaginó que “El Chimi” la había metido en las carreras de Phoenix y desde ese momento el destino de “La Coqueta” estaba sellado. Al principio cuando la yegua miró a Rafa como que le reclamaba por tanto tiempo que la dejó en esa cuadra, pero después dócil se le acercaba y así pudimos imprimir la foto de “La Coqueta” con su dueño Rafael Rivera Vidrio, Arturo Campuzano también posó junto a la yegua, luego un servidor, jamás nos imaginaríamos que sería la última vez que la miraríamos con vida, que serían las últimas fotos, que se cerraba el ciclo de vida de “La Coqueta” una yegua que nació para ganar y que puso en alto el nombre de Altar Sonora, la que corría con orgullo, con un temperamento fuera de lo normal, la que dominaba a los caballos antes de salir de las trampas, la que corría "el cerillo" quien hizo las paces hace poco con el dueño. Ahora Felipe Segura quién la crió y la enseñó a ganar, ya está descansando tranquilo, pues ya le acompaña de nuevo su yegua querida. “La Coqueta”, la campeona está muerta, ya no habrá más carreras, la yegua murió…ahora, nace la leyenda.EN LA FOTO: El Alcalde de Altar, Rafael Rivera Vidrio con su yegua "La Coqueta" días antes de que falleciera.
Muere la yegua… Nace la leyenda
Altar.- Cosas veredes Sancho, la triste noticia corrió como relámpago, duran
te el “II Futurity” realizado en el “Taste Guadalupano”, al principio los aficionados a los caballos decían; “Es solo un rumor, bárbaro”, “Es una mentira de los gringos, para quedarse con “la Coqueta”, “Que murió en un taste de Phoenix” “Que le ganó la carrera a los nueve caballos”, mientras tanto un servidor se comunicaba constante con el Alcalde de Altar Rafael Rivera Vidrio, “Estoy tratando de confirmar, me estoy comunicando a Phoenix”, pero su voz estaba entrecortada, por primera el “porro” se notaba sin ánimos, triste, parecía que la tragedia rondaba los tastes Sonorenses, más tarde cuando se realizaba la penúltima carrera de la jornada, se confirmaba la noticia, “La Coqueta” la campeona de cientos de carreras, la que hacía vibrar los carriles, había muerto, jugando su última carrera contra el destino y corriendo como nunca, saliendo adelante como ella sabía hacerlo, como dice el corrido, ¡Quisiera que fuera cuento! ¡Pero señores es cierto!, “La Coqueta” estaba muerta, se había quebrado una de sus patas y tuvo que ser sacrificada, ahí mismo en el taste Estadounidense. Los que convivieron con ella no pudieron contener el llanto, “Hay Coqueta tantas alegrías que no diste y ahora nos estás haciendo llorar, chingao”. Los testigos de la carrera, afirman que la yegua estaba ansiosa por correr, y tenerla descansada tres años fue demasiado para una yegua con ese temple, de esa jerarquía de raza, que nació para correr y ganar, tres años que no pisaba un carril, con un arranque que sorprendió a propios y extraños, hasta los jinetes de los otros caballos quedaron admirados con la salida tan sorprendente, el cronista oficial de la carrera narraba la increíble arrancada de “La Coqueta” tomando la delantera en forma exagerada, estaba ansiosa, quería volar, iba sobre los récords de velocidad, solo le miraron el polvo en los primeros cien metros, pero al llegar a los 250, cuando todos esperaban un triunfo más de “La Coqueta” en lo que parecía una carrera rutinaria y en forma desahogada, ya que les sacaba varios cuerpos de ventaja, vino el desenlace, polvo sobre el carril, un silencio en el taste, una caída, nudos en la garganta, dolor en la yegua, el principio de la tragedia, no había nada que hacer, venía lo inevitable, se había quebrado una de sus patas, tenía que ser sacrificada, fue traída de Arizona y regresaba a descansar a sus lugar de origen. Muere la yegua, nace la leyenda y empiezo a recordar el corrido del conjunto musical Laberinto, El Youtube no se da abasto en la internet, con la cantidad de usuarios escuchando el corrido de “La Coqueta”; “Por allá en Altar Sonora, dicen que vive un yegua, que se llama La Coqueta, no es una yegua cualquiera, porque siempre que ha corrido se lleva la delantera”. Parece cosa del destino, “El porro” me dijo hace unos días; “Súbete a la troka, acompáñame, te quiero dar una sorpresa, pero traite el pasaporte” le acompañaba Arturo Campuzano y enfilamos rumbo a Tucson Arizona, cuál sería mi sorpresa que me llevó directo a la cuadra del “Chimi” donde tenía celosamente guardada a la campeona “La Coqueta”, a la que yo constantemente le pedía me llevara para ver su estado. Rivera Vidrio, me decía que la había llevado a Tucson para cruzarla, para cargarla, y que de ninguna manera tenía intenciones de correrla pues la yegua ya le había cumplido a los aficionados, nunca se imaginó que “El Chimi” la había metido en las carreras de Phoenix y desde ese momento el destino de “La Coqueta” estaba sellado. Al principio cuando la yegua miró a Rafa como que le reclamaba por tanto tiempo que la dejó en esa cuadra, pero después dócil se le acercaba y así pudimos imprimir la foto de “La Coqueta” con su dueño Rafael Rivera Vidrio, Arturo Campuzano también posó junto a la yegua, luego un servidor, jamás nos imaginaríamos que sería la última vez que la miraríamos con vida, que serían las últimas fotos, que se cerraba el ciclo de vida de “La Coqueta” una yegua que nació para ganar y que puso en alto el nombre de Altar Sonora, la que corría con orgullo, con un temperamento fuera de lo normal, la que dominaba a los caballos antes de salir de las trampas, la que corría "el cerillo" quien hizo las paces hace poco con el dueño. Ahora Felipe Segura quién la crió y la enseñó a ganar, ya está descansando tranquilo, pues ya le acompaña de nuevo su yegua querida. “La Coqueta”, la campeona está muerta, ya no habrá más carreras, la yegua murió…ahora, nace la leyenda.EN LA FOTO: El Alcalde de Altar, Rafael Rivera Vidrio con su yegua "La Coqueta" días antes de que falleciera.
