Unas nalgas mal operadas y 49 niños muertos

Alejandra Guzmán, artista respetable por sus esporádicas irreverencias y sus gritos de rockera buena onda, padeció una lamentable negligencia médica en sus nalgas, la cual puso en riesgo su vida y le provocó diversos daños de salud. Siempre me ha caído bien La Guzmán, como le dicen unos, aunque no la he seguido mucho ni tampoco tengo un solo disco de ella. Tras su complicación médica, no me agradó que cierta prensa de espectáculos (si se le puede llamar prensa) convirtiera en un culebrón el asunto de sus nalgas mal operadas y comenzara a hacer burla de ello.
Los días recientes seguí con cierto interés el cauce de la denuncia penal que presentó la cantante ante las autoridades. Velozmente, la Policía judicial detuvo a ocho personas y las presentó, en este afán gubernamental de hoy de darle a todo un aire de thriller, como integrantes de una “banda de productos estéticos piratas”. La denuncia de la hija de Enrique Guzmán y Silvia Pinal provocó la detención de María Teresa Gómez Navarrete, José Luis Pérez Vásquez, Rosendo García Arroyo, Alan Said Pérez Jiménez, Rosa María Sarmiento Jiménez, Roberto Serafín Galeana, María de Lourdes Rosales y Juan Carlos Muñoz.
María Teresa Gómez, “líder de la banda”, se encargaba “desde hace 20 años de comprar las máquinas para elaborar los productos, así como de los envases y etiquetas para su venta, los cuales copiaban las marcas Biomed y Dermogel”. El informe que me pasaron dice que “los miembros de la banda fabricaban entre 100 y 150 frascos de los medicamentos al mes, de los cuales vendían entre 90 y 120 dólares. Además se sabe que distribuían el producto apócrifo en ciudades del norte del país y en Quintana Roo”.
El amplio despliegue de las fuerzas policiales incluyó, además, que judiciales del DF, para cumplir con el mandato de la ley, se trasladaran a Ciudad Juárez, Chihuahua, con el fin de capturar al médico Jeremías Flores Felipe, quien practicó la fallida operación de las nalgas de la artista.
Hoy en día son nueve las personas que están en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, a disposición del juez 59 en materia penal. Todo esto, en menos de un mes.
Mientras tanto, a poco de cumplirse medio año del siniestro de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, solamente hay una persona detenida y encarcelada. La negligencia gubernamental, probada, provocó el fallecimiento de 49 niños, hijos de trabajadores que son lo mejor que tiene este país, pero no parece ser perseguida por la justicia con el mismo ímpetu que sucede con los médicos que fallaron en la operación cosmética de Alejandra Guzmán.
Qué sintomático es de lo mal que anda la justicia en el país, el que unas nalgas mal operadas importen más que 49 niños muertos.
Carajo.