Abren cárteles mexicanos ‘oficinas’ en EU y Canadá
21.11.2010
Un estudio realizado en Estados Unidos señala que los siete grupos del narcotráfico que operan en México tiene ya presencia en 230 ciudades de ambos países de Norteamérica, y los mantiene en alerta, pero también señala como ‘pobre’ la colaboración contra las drogas
El poder de los siete cárteles de la droga que operan en México se extendió a tal grado que ahora cuentan con oficinas en 230 ciudades de Canadá y Estados Unidos, amén de que tienen presencia comercial en 17 naciones de América, Europa, Asia y África, lo cual tiene en alerta a las autoridades de Estados Unidos.
Sin embargo, es el avance del Barrio Azteca lo que preocupa más al gobierno del vecino país del norte, pues se ha convertido en el primer grupo criminal binacional cuyo crecimiento lo comienza a convertir en “insurgencia criminal”.
Así lo revela el estudio Bandas, Cárteles y Seguridad Nacional de Estados Unidos, entregado por autoridades de Estados Unidos a senadores mexicanos relacionados con los temas de seguridad y justicia, para mostrar parte de los datos que llevan a integrantes de los poderes políticos de Estados Unidos a considerar al narcotráfico como la principal amenaza para su seguridad nacional.
El documento destaca que Estados Unidos se ha quedado corto en su trabajo de combate al crimen organizado dentro de su territorio, pero también en su cooperación con el resto de naciones “amigas” que sufren este grave problema.
“Los Estados Unidos deberían enfocarse en limpiar su propia casa. Estados Unidos debería apoyar operaciones más efectivas en contra de los carteles, además de una efectiva reducción en el uso de drogas, además de luchar en contra de la influencia de la cultura de las bandas particularmente en los jóvenes en las escuelas.
“Ganarle a los cárteles y asegurar la seguridad en el futuro en los países, significa desmantelar sus redes y manejarlos hasta que estos se conviertan de poco impacto en niveles que puedan ser manejados por las autoridades locales.
“Otras políticas deberían ser ayudar a los gobiernos amigos para mejorar sus procedimientos judiciales, o para asistirlos con milicia contrainsurgente o políticas económicas para asistir las subrayadas causas de falta de legalidad”, precisa el documento, que fue hecho público el 29 de septiembre pasado, en medio de la polémica desatada por el uso del concepto “narco insurgencia”, los cual fue rechazado de inmediato por las autoridades mexicanas.
La versión entregada a senadores mexicanos explica el concepto de la siguiente manera: “De hecho las actividades de estas redes criminales se han tornado con características de ‘insurgencias’ muchas personas, incluyendo algunos expertos militares y legisladores han desentendido la palabra ‘insurgencia’ como la intención de tomar un gobierno.
“Ese no es necesariamente el caso, una insurgencia es actualmente un intento para debilitar o perturbar las funciones del gobierno, lo cual describe con precisión las acciones de las FARC en Colombia o los cárteles Mexicanos y algunas otras bandas trasnacionales.
“Las insurgencias son un tipo armado de conflicto entre beligerantes que intentan ganar poder sobre otro, esta lucha entre carteles en el Hemisferio no es solamente acerca de drogas ilícitas, o acerca de crimen, ha escalado a un grado que se ha convertido en una lucha de poder entre carteles, bandas criminales y el gobierno”, aclara.
LOS MÁS PODEROSOS
El análisis asegura que son siete los cárteles más poderosos en México: Cártel del Golfo, La Federación de Sinaloa, Cártel de los Beltrán Leyva, Cártel de Juárez, Cártel de Tijuana, La Familia Michoacana y Los Zetas; sus tentáculos llegan a 230 ciudades de Estados Unidos y Canadá, donde tienen “oficinas”, así como en 17 países.
En el capítulo referente a la presencia de las bandas criminales en Estados Unidos, dice que “muchas bandas en los Estados Unidos, ya sean locales o trasnacionales, no solo crecen pero también maduran en formas que las convierte potencialmente más poderosas y sanguinarias
“Mientras bandas de los Estados Unidos están en el rango de las primeras dos etapas, el movimiento de los cárteles a través de la frontera con los Estados Unidos y particularmente con las bandas criminales binacionales como Barrio Azteca pueden presagiar un movimiento en algunas áreas a una tercera etapa como una forma de insurgencia criminal”, admite.
Sin embargo, es el avance del Barrio Azteca lo que preocupa más al gobierno del vecino país del norte, pues se ha convertido en el primer grupo criminal binacional cuyo crecimiento lo comienza a convertir en “insurgencia criminal”.
Así lo revela el estudio Bandas, Cárteles y Seguridad Nacional de Estados Unidos, entregado por autoridades de Estados Unidos a senadores mexicanos relacionados con los temas de seguridad y justicia, para mostrar parte de los datos que llevan a integrantes de los poderes políticos de Estados Unidos a considerar al narcotráfico como la principal amenaza para su seguridad nacional.
El documento destaca que Estados Unidos se ha quedado corto en su trabajo de combate al crimen organizado dentro de su territorio, pero también en su cooperación con el resto de naciones “amigas” que sufren este grave problema.
“Los Estados Unidos deberían enfocarse en limpiar su propia casa. Estados Unidos debería apoyar operaciones más efectivas en contra de los carteles, además de una efectiva reducción en el uso de drogas, además de luchar en contra de la influencia de la cultura de las bandas particularmente en los jóvenes en las escuelas.
“Ganarle a los cárteles y asegurar la seguridad en el futuro en los países, significa desmantelar sus redes y manejarlos hasta que estos se conviertan de poco impacto en niveles que puedan ser manejados por las autoridades locales.
“Otras políticas deberían ser ayudar a los gobiernos amigos para mejorar sus procedimientos judiciales, o para asistirlos con milicia contrainsurgente o políticas económicas para asistir las subrayadas causas de falta de legalidad”, precisa el documento, que fue hecho público el 29 de septiembre pasado, en medio de la polémica desatada por el uso del concepto “narco insurgencia”, los cual fue rechazado de inmediato por las autoridades mexicanas.
La versión entregada a senadores mexicanos explica el concepto de la siguiente manera: “De hecho las actividades de estas redes criminales se han tornado con características de ‘insurgencias’ muchas personas, incluyendo algunos expertos militares y legisladores han desentendido la palabra ‘insurgencia’ como la intención de tomar un gobierno.
“Ese no es necesariamente el caso, una insurgencia es actualmente un intento para debilitar o perturbar las funciones del gobierno, lo cual describe con precisión las acciones de las FARC en Colombia o los cárteles Mexicanos y algunas otras bandas trasnacionales.
“Las insurgencias son un tipo armado de conflicto entre beligerantes que intentan ganar poder sobre otro, esta lucha entre carteles en el Hemisferio no es solamente acerca de drogas ilícitas, o acerca de crimen, ha escalado a un grado que se ha convertido en una lucha de poder entre carteles, bandas criminales y el gobierno”, aclara.
LOS MÁS PODEROSOS
El análisis asegura que son siete los cárteles más poderosos en México: Cártel del Golfo, La Federación de Sinaloa, Cártel de los Beltrán Leyva, Cártel de Juárez, Cártel de Tijuana, La Familia Michoacana y Los Zetas; sus tentáculos llegan a 230 ciudades de Estados Unidos y Canadá, donde tienen “oficinas”, así como en 17 países.
En el capítulo referente a la presencia de las bandas criminales en Estados Unidos, dice que “muchas bandas en los Estados Unidos, ya sean locales o trasnacionales, no solo crecen pero también maduran en formas que las convierte potencialmente más poderosas y sanguinarias
“Mientras bandas de los Estados Unidos están en el rango de las primeras dos etapas, el movimiento de los cárteles a través de la frontera con los Estados Unidos y particularmente con las bandas criminales binacionales como Barrio Azteca pueden presagiar un movimiento en algunas áreas a una tercera etapa como una forma de insurgencia criminal”, admite.