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sábado, 20 de noviembre de 2010

LA VERDAD DE MINERALES “LA NEGRA”.

Por: José Ramón Gastélum Rocha / José Alfredo Gastélum Rocha
H. Caborca, Son.- Tras una serie de ataques mediáticos que pudieran afectar el buen funcionamiento, crecimiento y desarrollo de la pujante Mina San Félix de la empresa Minerales “La Negra”, S. de R. L. de C. V., que en el curso de la semana pasada se dieron a través de medios nacionales y estatales; y sabiendo de la importancia que reviste esta empresa minera para el municipio de Caborca y la región, dada la gran derrama económica que genera, así como los muchos empleos directos e indirectos que sin duda hacen la tranquilidad económica de centenares de caborquenses, es que nos dimos a la tarea de allegarnos información referente al caso, para informar a la comunidad.
Para el efecto buscamos directamente al socio fundador de la empresa en cuestión, responsable directo en la actualidad, Kenneth Azuka Izegbu, de origen Nigeriano, quien al conocer nuestro interés por la situación que atraviesa la mina San Félix, “se abrió de capa” y demostrando su preocupación por lo que considera no son más que ataques en su contra, ya que (señala) él sólo se ha dedicado a trabajar en este mineral que aunque a paso lento ha ido creciendo, trayendo (su esfuerzo de muchos años) como consecuencia más empleos para Caborca, además de apoyos a la comunidad que se transforman en becas para estudiantes, ayuda económica a instituciones como la Benemérita Cruz Roja del Poblado Plutarco Elías Calles (antes La Gran “Y” Griega) de la Costa Agrícola de esta ciudad, área donde se encuentra esta Mina San Félix de Minerales “La Negra”; apoyos permanentes al deporte, entre muchos otros beneficios para la comunidad caborquense, pero a la par ha despertado la ambición de algunos, como sucede dada la naturaleza humana.
Es así que previo compromiso de publicar por nuestra parte todo lo que él llamó “su verdad”, mostró su total disposición y nos otorgó el tiempo que fuera necesario, respondiendo con claridad a todos y cada uno de nuestros cuestionamientos, poniendo a la vista los documentos probatorios de su dicho, proporcionó copias de los mismos cuando así lo pedimos, e inclusive nos trasladamos a las propias instalaciones de la mina, donde nos dejó en total libertad para tomar las fotografías, videos y cualquier evidencia que consideráramos de importancia, así como para entrevistarnos y hacer preguntas sobre cualquier tema con todo el personal que labora en la mina, sin interferir absolutamente en nuestro trabajo.
De ahí que una vez recabada y confirmada la información, la plasmamos para usted amable lector con el mayor detalle detectado; y aunque pudiera resultar muy amplio, también les resultará interesante conocer a fondo la verdad de la Mina San Félix.
El “Boom” minero desatado en la región ha desbordado malas pasiones.-
Es un hecho que todos aquellos que vivimos en este desierto, sabemos del “Boom” que se ha desatado en los últimos años en el sector minero y también conocemos de las malas pasiones que se han desbordado gracias al auge económico presentado por las empresas mineras, y por supuesto que San Félix, de Minerales “La Negra”, no podía ser la excepción, razón por la cual se han visto envueltos en presuntos problemas inexistentes, por lo que ponemos en la balanza de la comunidad una y otra versiones de las partes inmiscuidas, para tener la oportunidad de que la población se forme su propio criterio antes de que las cosas vayan más allá de donde no deben ir.
Es un hecho también que la ambición económica está presente en este evento, pues como narraremos a continuación la trama del nacimiento, crecimiento y desarrollo de Mina San Félix de Minerales “La Negra”, S. de R. L. de C. V., Usted, amable lector, se podrá ir dando cuenta de la cambiante manera de actuar de algunos personajes siguiendo siempre “el olor del dinero”, sin importar pasar por encima del derecho de quien sea, ya que siempre encontrarán “argumentos” para darle cabida y madurar aviesos planes que los lleven a intentar detener proyectos establecidos afectando importantes inversiones extranjeras.
Los inicios de Kenneth Azuka sobre minería en México.-
Pues bien, guiándonos por nuestra investigación periodística, se establece que el Señor Kenneth Azuka Izegbu, Contador de profesión, llega a este país por allá en el año de 1993, incursionando en algunos negocios en el Distrito Federal sobre Importaciones y Exportaciones, siendo en el año Dos Mil cuando se establece en esta Heroica Caborca, Sonora, atraído por la posibilidad de entrarle a un posible buen negocio en el campo de la minería, iniciando actividades con el Mineral Santa Elena, donde pronto se acaba el negocio porque en ese lugar ya no estaban dadas las cosas por la naturaleza para seguir explotando metales.
A su paso por esta actividad, conoce a muchas personas, autoridades, propietarios de terrenos, y de diferentes sectores sociales, iniciando una relación comercial con el Sr. Leonardo Emilio Jaime Peña, a quien le confía la encomienda de arreglar el asunto de Denunciar ante la instancia correspondiente la Mina San Félix para ver si es viable detonar un proyecto de explotación en ese mineral, que por cierto ya había sido explotado desde muchos años atrás, incluso en la época de los españoles, según nos comentaron algunos gambusinos de la región que poseen una historia generacional y verbal.
Volviendo al tema que nos interesa, Kenneth Azuka empieza a allegarle fondos, dinero, al Sr. Leonardo Jaime para que logre “denunciar” esos terrenos donde se encuentra la Mina San Félix, y tras una serie de sucesos finalmente se da la situación para hacer ese trámite ante la Dirección General de Minas en la Ciudad de México, pero es aquí donde inicia la trama, pues el Sr. Leonardo Jaime, junto con el Dr. Leopoldo Félix Badilla “Polito”, financiados por Kenneth Azuka Izegbu se lanzan a registrar dicha Mina San Félix, pero traicionando la buena fe y confianza depositada por Kenneth en ellos, se olvidan de la lealtad y realizan el trámite de registrar la Mina, pero lo hacen a su nombre, quedando el título a nombre de Leonardo Emilio Jaime Peña y de Leopoldo Félix, por lo que a partir de aquí empiezan las negociaciones de distinta forma para que el inversionista extranjero Kenneth Azuka pueda adquirir los derechos de este Título de la Mina San Félix.
Se logró finalmente en Noviembre del 2006 una sana negociación para las partes y estando totalmente de acuerdo Leonardo Jaime, Leopoldo Félix y Kenneth Azuka, realizan el contrato privado de Compra – Venta, firmado por ellos y sus respectivas esposas, plasmando las condiciones en que se pusieron de acuerdo, resaltando un costo total de QUINIENTOS MIL DOLARES AMERICANOS, entregándose Cinco Mil Dólares a la firma del Contrato de Compra-Venta y ahí mismo se entregó el original del Título, cediéndose en ese legal acto todos los derechos del título de la Mina San Félix a la empresa Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., pactando además pagos cada noventa días por parte del inversionista a favor de Leonardo Jaime y Leopoldo Félix, mismos pagos que se efectuaron con periodicidad hasta alcanzar la cantidad de Noventa y Ocho Mil Dólares, según obra en documentos en poder de la empresa adquiriente, y que más adelante sabremos las razones por las que se suspendieron de manera legal estos pagos.
Se registran los derechos de la mina a favor de Minerales La Negra.-
Una vez que se ceden en su totalidad los derechos de este título de la Mina San Félix a favor de Minerales “La Negra”, la empresa compradora procede a hacer los trámites legales siguientes ante el Registro Público de Minas en la Dirección General de Minas, dependiente de la Secretaría de Economía, para registrar el título al nuevo propietario pues ya estaban cedidos los derechos en su favor, enviando el original de dicho título y copias debidamente certificadas por el Notario Público Lic. José Antonio Dávila Payán para dejarla en el expediente que hoy obra en aquella dependencia autorizada para este trámite, por lo que no encontraron impedimento alguno, en virtud que todo estaba en regla, tal y como lo señala la ley en esta materia, quedando la inscripción en firme del Título de la Mina San Félix a favor de la empresa Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., en Acta 14, Volumen 21 del Libro de Actas con fecha 18 de Mayo del 2007, y el siguiente paso era ponerse a trabajar de inmediato.
De esta forma es como se inician los titánicos esfuerzos en el campo de batalla de Mina San Félix propiedad de la empresa Minerales “La Negra”, ubicada al noroeste del municipio hasta donde se traslada Kenneth Azuka acompañado de solo dos empleados (o colaboradores, como los llama él mismo) iniciando los primeros trabajos consistentes en la construcción de unas bodegas para instalar varios aparatos técnicos que vendrán a ser de suma utilidad en la industrialización del mineral, quedándose en aquellos inhóspitos lugares trabajando a marchas forzadas el inversionista y sus dos colaboradores, hasta por doce semanas sin “bajar” a la ciudad, tan solo dedicados al ambicioso proyecto, pensando únicamente en desarrollarse y poder cumplir con los compromisos económicos pactados para explotar el mineral del lugar, sabedores que la tarea no era fácil, dando así formal inicio al verdadero proyecto productivo que tantos beneficios acarrearía al Municipio de Caborca.
Logran la primera producción de la Mina.-
En poco tiempo aumenta la plaza de trabajadores y de dos sube a cinco, luego a diez, doce y quince, logrando su primera producción un 7 de julio del 2007, fecha inolvidable para Kenneth Azuka y su ya nutrido grupo de colaboradores que prácticamente estaban casados con el proyecto de Mina San Félix, en donde está invertido todo, absolutamente todo el capital y vida del inversionista.
En ese período, el empresario minero busca y encuentra un cliente a quien venderle la producción obtenida, apareciendo el Sr. Charles McCombs, un empresario del ramo de la joyería de Estados Unidos de Norteamérica quien compraba toda el producto extraído de las entrañas de la Mina San Félix, que además, al ver los esfuerzos y penurias que sobrellevaba Kenneth, en varias ocasiones entregaba dinero adelantado para que pudieran seguir adelante los trabajos, obteniendo siempre su pago con los preciosos metales.
Crecimiento racional sin poner en peligro el medio ambiente de la región.-
La explotación del mineral continúa a ritmo lento pero suficiente para ir creciendo en la medida que la filosofía del inversionista Kenneth Azuka le dicta, pues no tiene prisa en extraer grandes volúmenes de mineral, sino en preservar el proyecto productivo el mayor número de años posible, evitando de esa manera una sobreexplotación irracional que pudiera dañar la región en vez de ayudarla, ya que está comprometido a coexistir con el municipio que le está dando buen trato, pensamiento que lo lleva a compartir una parte de sus utilidades con la población, entregando a la fecha 38 Becas para estudiantes de los diferentes niveles, así como apoyar con salarios para Cruz Roja, resaltando el apoyo para la alimentación en el asilo de ancianos Pbro. Luis Valencia y en el comedor del Padre Ferrer donde todos los días proporciona alimentación a quienes ahí acuden; ayudas en el área deportiva, etc
Llegan nuevos inversionistas al proyecto con Kennet Azuka.-
Sin embargo, su cliente Charles McCombs, invita a dos amigos personales a que se interesen en el proyecto y le inviertan capital junto con él para crecimiento de la Mina, apareciendo esta vez los Señores Juan Diego Morales Espinoza y Jorge Vega Orduño.
Una vez sentadas las bases de común acuerdo con Kenneth Azuka, consistentes en que la inversión no es para ser socios de la empresa, ni interferirán en asuntos de producción, aspecto técnico, ni administración, que son del exclusivo dominio del propietario Kenneth, ganando el porcentaje que les corresponde de acuerdo a lo invertido, entonces plasman lo pactado en un documento y entregan la cantidad de 513 mil 700 dólares americanos.
En este tramo llega también otro invitado de Charles, siendo el Sr. Robert Hoag que al mirar la magnitud de la empresa propone invertir 800 mil dólares americanos, sometiéndose a consideración la propuesta y acuerdan que esta cantidad se sume a los primeros 513 mil 700 dólares, siempre y cuando no se cambien las condiciones originales de lo pactado con Kenneth (que no es para ser socios) de no entrometerse en los asuntos de la mina en aspecto técnico, de producción ni de administración, y que además se hagan dos porcentajes, uno de 60% para Kenneth y el resto del 40% para los tres inversionistas restantes Charles McCombs, Juan Diego Morales Espinoza y Robert Hoag, pues el cuarto inversionista Jorge Vega Orduño decide retirarse y negocia su salida como inversionista, nunca como socio.
Así las cosas, también Robert Hoag acepta las condiciones y entrega los 800 mil dólares americanos para invertirse en la Mina San Félix propiedad de la empresa Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., quedando pactado lo anterior en sendos y legales documentos que no dejan lugar a duda.
De esta manera, la empresa sigue su curso normal de crecimiento y las cosas marchan todo bien, con sus altas y bajas propias de cualquier empresa en plena actividad, la producción se sostiene y aumenta mínimamente como consecuencia de las inyecciones de capital recibidas por los inversionistas, pero no socios, y la línea ascendente continúa paulatinamente.
Kennet Azuka no acepta inversionistas que no tengan la misma filosofía sobre el proyecto.-
Con el pasar de los días, el inversionista y nunca Socio, Robert Hoag, comenta a sus compañeros también inversionistas, que sabe de un grupo de personas que están dispuestos a invertir Cinco Millones de Dólares Americanos en este proyecto de Mina San Félix, lo que pone en alerta al propietario Kenneth Azuka y da a conocer su postura al respecto de no ser necesaria esa inversión, pues su filosofía es de crecer y coexistir con la población caborquense a largo plazo, poco a poco, sin prisas, nunca explotar de inmediato; sin embargo, Juan Diego sí estuvo de acuerdo con la propuesta de Robert Hoag, convenciendo finalmente a Kenneth de hacer lo mismo, aunque este último, el propietario de la mina, exigía que se respetaran las reglas establecidas originalmente, algo a lo que los inversionistas de los cinco millones de dólares americanos no accedieron y finalmente nunca se concretó esa inversión, salvando así la médula del proyecto de llevarlo poco a poco, insistiendo Kenneth en la necesidad de coexistir con los caborquenses compartiendo una importante parte de las utilidades entre la población por diferentes conductos, a lo que Robert Hoag, posiblemente cegado por la ambición del dinero, siempre manifestaba “¿Por qué yo tengo que dar parte de mi dinero a pinches mexicanos?..” y expresiones por el estilo, según pudimos constatar con varios testigos que escucharon en reiteradas ocasiones palabras de este tipo.
Pese a todo, Kenneth Azuka, como líder del proyecto salvaguardó su responsabilidad de buscar el equilibrio con los inversionistas de la empresa y las cosas continuaron tal y como estaban, coexistiendo en armonía con el municipio de Caborca.
Avaricia o inexperiencia, el origen de los conflictos con los inversionistas.-
Una vez que no se logró la inversión de los cinco millones de dólares americanos, los que seguramente vendrían a detonar precipitadamente la producción y elevar, claro está, las utilidades de manera exorbitante, con las consecuencias propias de ello, entonces la avaricia o quizá inexperiencia de Robert Hoag lo orillan a tomar decisiones equivocadas, rompiendo las bases pactadas de autonomía a favor de Kenneth, que traen como consecuencia una serie de irregularidades que molestan seriamente al propietario.
Robert empieza a traer maquinaria que no se requiere, además de obsoleta o en malas condiciones, por su cuenta, y lo más delicado, la adquiere a crédito y a nombre de la empresa Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., sin estar autorizado para ello, pues así lo habían establecido desde un principio, rompiendo los pactos firmados sin importarle nada. Más aún, Robert se toma la libertad de traer una persona, sin consultar a nadie, para que acelere los procesos de producción, violando una vez más el pacto original firmado.
Entonces, al ver el negativo comportamiento de Robert Hoag, entra en acción el inversionista Charles McCombs y le exige que respete el pacto de autonomía a favor de Kenneth Azuka, haciendo lo mismo con Juan Diego Morales Espinoza. Robert asegura que la persona que trajo sabe del trabajo y que con un tratamiento más agresivo al suelo entonces tendrán muchas más utilidades, a lo que en un acto de buena fe y voluntad, Kenneth accede a que hagan el experimento, del cual él está completamente seguro que será un fracaso, pero para que no haya más discusiones accede, por lo que ponen manos a la obra Robert y su importado amigo, obteniendo catastróficos resultados, que se traducen en “Cero producción” durante un período de seis semanas, entrando en un caos la empresa ya que los costos de operación semanales a esas alturas son de varios millones de pesos mexicanos, y los resultados no se hacen esperar.
Gracias a la buena fe de Kennet y a los “errores” de los inversionistas, crean el caos y dejan a Kennet en crisis y a punto de la quiebra.-
Luego se reúnen a platicar nuevamente y Robert Hoag afirma que le gusta mucho estar en la mina, prometiendo no volver a cometer errores como el anterior, accediendo entonces el propietario a que este inversionista y no socio Robert (Bob), se quede en la mina y se haga cargo únicamente del departamento de criba y trituración.
Pasados unos días, Robert vuelve hacer de las suyas, se va y trae una trituradora de la ciudad de Tucson, Arizona, que no es compatible con el equipo que ya poseen, afirmando que le costó 300 mil dólares, provocando de esta manera un caos, paralizando la producción una vez más por otras seis semanas, siendo ya doce semanas en total sin producir un solo gramo de metal gracias a los “errores” de Robert Hoag.
Pero finalmente Kenneth descubre que no eran “errores” cometidos, sino más bien una estrategia previamente planeada por Diego y Robert para tomar el control del 60% de inversión y quedarse con el manejo de la empresa, aunque está pactado que no son socios, tan solo inversionistas y la autonomía es total para Kenneth, tal y como lo plasmaron y firmaron en un documento.
Es cuando Juan Diego Morales Espinoza, Robert Hoag y su amigo, abandonan la mina en el mes de Septiembre del 2009, y no se vuelve a saber nada de ellos, por lo que Kenneth tiene que enfrentar solo la situación con una carga financiera encima, de la que, tras muchos sacrificios, sale airoso de las grandes pérdidas derivadas de la insensatez y avariciosa estrategia implementada por Robert y Diego para sencillamente dejar en la calle a Kenneth Azuka, al que finalmente no lograron hacerle daño, pues todo estaba debidamente bien platicado y plasmado en documentos legales.
El proyecto sigue adelante con todo y las presiones para hacerlo “tronar”.-
Al no lograr sus aviesos planes, pues tampoco Robert y Diego Morales pudieron convencer a Charles McCombs a que se les sumara, ya que éste valoró la buena fe y férrea voluntad de Kenneth, entonces buscaron otros recursos para fastidiar al propietario de la empresa Minerales “La Negra”, de tal manera que fueron con aquellos a quienes Robert les había pedido a crédito la maquinaria obsoleta e innecesaria, para que presionaran a Kenneth Azuka y alimentar así la posibilidad de acabar con él y luego quedarse con la mina, lo que no les dio resultado, pues bajo esta gran presión, Kenneth redobló esfuerzos y a vuelta de tres meses aproximadamente, elevó la producción considerablemente, dando la oportunidad a la empresa de salir adelante con los compromisos.
A la fecha, estos dos inversionistas no le han dado la cara a la empresa, acotándose solo a buscar maneras de fastidiar, sin lograrlo, a la empresa, implementando medianas estrategias para dañar al propietario Kenneth Azuka, como tratar de sacarlo del país por ser extranjero, pero cuenta con su permiso correspondiente lo que le garantiza el libre tránsito en lo largo y ancho del territorio mexicano.
También han intentado dañar la empresa acusándolo ante las autoridades de la Semarnat de estar contaminando hectáreas de terreno en la mina, así como ante la Sedena de no contar con los permisos necesarios para explosivos que se usan en la Mina San Félix, pero no han logrado hacerle ningún daño, pues realmente la empresa cuenta con todo ello en orden, tal y como pudimos constatar en recorrido y tuvimos a la vista los permisos extendidos por las autoridades en mención a favor de Minerales “La Negra” en calidad de propietaria de la Mina San Félix.
No encuentran los medios legales para fastidiar a Kennet y optan por influir en el ánimo de la población y de las autoridades con una campaña mediática.-
Tras no encontrar eco en las autoridades correspondientes, toda vez que como pudimos confirmarlo, está todo en regla, a últimas fechas de manera mediática en periódicos de circulación nacional y portales de Internet, dan a conocer una mala información, sin respaldo, hablando de inversiones que oscilan en los NUEVE MILLONES DE DOLARES AMERICANOS y que Kenneth los fraudeó, tan solo buscando otros caminos ya que por la vía legal no hay nada que reclamar, todo está en orden.
Además de recurrir a actos tan corrientes como utilizar a los señores Leonardo Emilio Jaime Peña y al Dr. Leopoldo Félix Badilla, quienes vendieron a Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., mediante un Contrato de Compra-Venta el título de Concesión de la Mina San Félix, para que hagan una “guerra sucia” en contra de la empresa y su propietario Kenneth Azuka y ver si de esta manera le pueden quitar lo que por derecho le pertenece, algo que no ha prosperado, ya que se encuentra enmarcada legalmente su actividad.
Continuando con la interesante investigación periodística, veamos algo de lo manifestado en el portal de MILENIO, ya que podremos ver con tranquilidad una a una las mentiras en que han ido incurriendo estos personajes con el apoyo de Leonardo Jaime y Leopoldo Félix, quienes extrañamente se han prestado al maléfico juego.
Inspecciones de Semarnat, Profepa; denuncias de todo tipo en su contra, y Mina San Félix sigue adelante, toda vez que demuestra operar dentro de lo establecido en las leyes de la materia.-
En ese período del mes de septiembre del 2009, fecha en que Robert Hoag y Diego Morales abandonan la Mina San Félix; hasta hoy, Mina San Félix ha tenido seis inspecciones de SEMARNAT y PROFEPA, derivadas de las denuncias interpuestas por Leopoldo Félix y Leonardo Jaime, en contubernio con Robert Hoag y Juan Diego Morales Espinoza, mismas visitas en las que estas autoridades no han encontrado una sola irregularidad, por lo que las mismas dependencias, tras realizar su trabajo, llegó el momento en que les tuvieron que decir a estas personas que ya arreglaran sus “asuntos personales” con la empresa y que no estuvieran haciendo gastar fondos de la ciudadanía en cosas que no existen, pues las inspecciones realizadas por ellos a Mina San Félix están documentadas y se está cumpliendo la ley al pie de la letra.
Entonces, estos Señores, continuando con la estrategia de Diego Morales y Robert Hoag, buscaron otra forma de molestar al actual propietario de la Mina San Félix, acudiendo a la SEDENA para interponer una denuncia en contra de Kenneth Azuka porque supuestamente no tenía los permisos para utilizar explosivos en ese lugar, a lo que la Secretaría de la Defensa Nacional atendió la denuncia una, dos, tres, cuatro y cinco veces, presentándose en las instalaciones de Mina San Félix propiedad de la empresas Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., no encontrando irregularidades por lo que se levantó la documentación correspondiente y se les notificó a estas personas que todo estaba en orden y que trataran de arreglar sus problemas personales en los tribunales correspondientes, recibiendo así los señores un nuevo revés.
Luego acudieron con el Agente del Ministerio Público Federal que se dio a la tarea de inspeccionar el lugar y al no encontrar nada fuera de lugar, simplemente desechó la queja y les informó a los quejosos del resultado positivo que había obtenido sin mayor problema para la empresa propietaria de la mina.
Posteriormente volvieron a la carga con el Representante Social Federal acusando a Kenneth Azuka de ROBO A LA NACION, FRAUDE, FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS, DESPOJO Y LO QUE RESULTE, y el Agente del Ministerio Público Federal comprobó la falta de elementos de prueba y además de no tener competencia para el caso y los mandó ante el Agente del Ministerio Público del Fuero Común, que también investigó y llegó a la conclusión que no hay ningún elemento probatorio al respecto, aunque reconoció haber recibido la instrucción de consignar el caso al Juzgado Penal con o sin elementos, por lo que el Juzgado Penal de Caborca al no encontrar elementos probatorios tampoco para el delito de fraude, que aseguran Leonardo Jaime y Leopoldo Félix que Kenneth fraudeó a la Dirección General de Minas por la inscripción del Título de Concesión de la Mina San Félix, pero no hubo nada de eso, ya que ellos le vendieron dicha Concesión a Minerales “La Negra”.
Sin embargo, con apego a la Ley, el Agente del Ministerio Público del Fuero Común, apeló la sentencia del Juez y se fue ante los Magistrados que revocaron la sentencia del Juez Penal, sin que Abogado alguno conocedor del tema se explique el porqué de esta rara revocación, siendo así que se turnó a un Juzgado de Distrito en la ciudad de Nogales, Sonora, donde se encuentra a la fecha y será ahí donde se dé la resolución final.
Cancelan la inscripción de venta de la mina en el Registro Nacional de Minas.-
A la par con estas acciones, los Señores Leonardo Jaime y Leopoldo Félix, solicitan al Registro Nacional de Minas un duplicado de su título de concesión de la Mina San Félix, argumentando que extraviaron el original, pero obtienen como respuesta que eso no es posible ya que existe la inscripción sobre la venta que hicieron de dicho Título de Concesión de Mina San Félix, a la empresa Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., por lo que no les pueden conceder lo solicitado.
Más adelante lo intentan nuevamente y logran que el Registro Nacional de Minas cancele la inscripción del contrato de Compra - Venta a favor de Minerales La Negra, lo cual no significa que no hayan vendido la Concesión, pues existe el Contrato de Compra-Venta y nada tiene que ver una cosa con la otra, pues la concesión está legalmente vendida.
Intentan una nueva negociación con Kenneth ante una eventual emergencia económica.-
Es así como Leopoldo Félix y Leonardo Jaime buscan un acercamiento con Kenneth Azuka, pues Leonardo Jaime dice que tiene un serio problema de salud con su esposa y requiere de dinero para atenderla clínicamente, y le proponen cancelar todo lo que han hecho llegando al acuerdo de que Kenneth Azuka les entregue un cheque por la cantidad de 100 mil dólares americanos, mismo que podrá ser cobrado en el Banco local en cuanto Leopoldo y Leonardo restauren la inscripción en el Registro Nacional de Minas allá en la Ciudad de México, lo que les puede llevar un lapso de dos a tres días, y así allegarse en muy corto tiempo el dinero para salir del difícil trance que aqueja al Sr. Leonardo Jaime.
Este pacto lo realizan en papel con letra hecha a mano y firmado por la parte interesada en virtud de ser un día inhábil para el personal de administración, quedando comprometidos además de que otro día lo plasmarán con escrito en computadora y de manera más formal. Pero lejos de cumplir con lo pactado, con toda la mala fe intentan cambiar el cheque a la brevedad, es decir al otro día, pero en la Institución Bancaria les dicen que por lo grande de la cantidad tienen que confirmar el pago con el cliente girador del cheque, lo que detiene la negociación pues no era así lo pactado, sino hasta que restauren la inscripción del título de Concesión en México.
En un acto de buena fe, Kenneth deposita el dinero en el juzgado para que se entregue a Leopoldo y Leonardo una vez hayan cumplido lo pactado.-
Luego la empresa propietaria del título de concesión, intenta por todos los medios localizar a Leopoldo Félix y Leonardo Jaime para formalizar el documento firmado unos días antes, sin resultados positivos, lo que pone en alerta a Kenneth y decide mandar una carta al Banco informando que el cheque ha sido cancelado y que por ningún motivo se pague; pero por otro lado, en un acto de voluntad y buena fe, toma la sana decisión de depositar los 100 mil dólares americanos en el Juzgado Civil de esta ciudad con la recomendación de que se les entregue a los señores en mención una vez que cumplan con el pacto de cancelar lo que habían hecho y restaurar la Inscripción en el Registro Nacional de Minas a favor de la empresa Minerales “La Negra”.
Pero Leonardo y Leopoldo siguieron intentando cambiar el cheque hasta que la institución se los recogió, y al enterarse de que lo habían depositado en el Juzgado, estuvieron presionando a la Juez para que les entregara el dinero, asegurando que sí le iban a cumplir a Kenneth, hasta que la misma autoridad sugirió a Kenneth que mejor retirara el dinero del Juzgado ya que se notaba mala fe de los señores, pero Kenneth insistió que ahí siguiera el dinero depositado en el juzgado a pesar de que eran cien mil dólares prácticamente “muertos”, sin producir ni un centavo de interes; hasta que mucho tiempo después lo retiró pues no se veía la menor intención de Leonardo Jaime y de Leopoldo Félix de restaurar la Inscripción en el Registro Nacional de Minas, tal y como lo habían acordado.
Verificamos personalmente la verdad ecológica y ambiental de la mina.-
En virtud de conocer los acontecimientos citados, y como parte de la ética periodística de comprobar los dichos, nos dimos a la tarea de visitar la Mina San Félix, para conocer realmente la verdadera situación que guarda aquel lugar y respecto de la denuncia mediática que se hiciera, de que están contaminando un 50% de las 600 Hectáreas que tienen en renta con el Ejido Juan Escutia -al que por cierto no les deben un solo peso de renta- pues pudimos constatar que no existe un solo centímetro cuadrado de contaminación, tal y como lo podrán ver también en las fotografías que sí son reales y pertenecen a la Mina San Félix, no como la que aparece en la denuncia de Milenio que pertenece a alguna Mina lejana a este país.
Fue en la misma mina, que platicamos con el Ing. Carlos Merino, Ecologista, Maestro en Ciencias, responsable de la seguridad en la ecología y medio ambiente, acerca de los trabajos que realizan permanentemente en los terrenos de la Mina San Félix para evitar daños ecológicos irreversibles, y nos comentó que no se han causado daños en ese lugar, ya que cuentan con un programa de reubicación de cactáceas debidamente autorizado por SEMARNAT, además de utilizar otras técnicas también autorizadas por la dependencia, como el cortar las puntas de los sahuaros muy grandes y las trasplantan, logrando así tener de un solo cactus, hasta 6 o siete, según las puntas que tengan.
Pero las que se tengan que reubicar, solo se reubican cuidando siempre algunos factores como la orientación del sol, el viento, entre otras, para que logren sobrevivir ya que no se deben reubicar donde sea, habiendo reubicado a la fecha 168 plantas entre sahuaros, etchos (cardón) y Pitahaya. La otra técnica de cortar las puntas se utiliza en virtud de que no todos los árboles son viables a reubicarse por los factores que deben conjugarse, y eso lo autoriza la Semarnat, nos platicaba. Y vaya que el Ing. Carlos Merino sabe bien de lo que habla, pues fue inspector de Profepa por 25 años.
Así mismo cuentan con una profesionista Geóloga Ambiental y una Arquitecta Ambiental, encargándose esta última de cuidar el entorno para que en un futuro todo vuelva a ser igual, salvo los cambios lógicos derivados del trabajo realizado, como un cerro amorfo que luego pasará a ser un cerro con diseño, pero la flora y fauna estarán a salvaguarda, sin sufrir menoscabo.
Pudimos escuchar de conocedora voz del tema, que ya por naturaleza, ese lugar es un terreno degradado, es decir tiene más piedra que tierra, siendo una de las razones por las que hay escasa vegetación, además del clima que es extremoso, pero después, gracias a los cuidados y el interés de la empresa y de las autoridades, irá quedando mejor el terreno, se irán reforestando las obras que quedan sin utilizar, a la vez que están haciendo terrazas en los cerros aledaños para que se detenga el agua y que haya más vida vegetal y animal, lo que nos demuestra que son una empresa con responsabilidad.
Sobretodo cuidar exclusivamente el tipo de especies que ahí existen, porque si traen de otras plantas entonces sí se desequilibra el medio ambiente, en virtud de que las plantas del mismo entorno se reconocen mutuamente y se cuidan su desarrollo y crecimiento entre ellas, y si ponen de otro tipo, entonces no se reconocen y cunden provocando ese desequilibrio en la flora.
El proceso de la mina, desde la exploración en cerros hasta la fundición en laboratorio.-
Caminamos por el área de Lixiviación con cianuro (que es el punto de mayor riesgo en todo el proceso por el uso del cianuro) comprobando que aunque la ley les exige utilizar “Lainer” (polímero de plástico utilizado en el fondo de los bultos de mineral) de tres milímetros de grosor, en Mina San Félix utilizan de ocho milímetros con una vida útil de quinientos años, lo que garantiza que no provocarán absolutamente ningún daño a nada y a nadie.
Y por si fuera poco cuentan con la seguridad sobrada, resaltando algo de suma importancia como es el control del PH (grado de acidez y/o alcalinidad) que están sujetos a revisiones cada hora para una seguridad adicional. Informándonos también que el agua del lugar es de mucha ayuda pues tiene un PH arriba de 7, lo que evita que pudiera pasar alguna contingencia. Nos dimos cuenta pues, que en todos los puntos del proceso, tienen sobrepasados los estándares requeridos por las autoridades de la materia.
No quedó duda que los trabajos realizados en el lugar de los hechos acerca de Exploración, Perforación, Voladura, Acarreos de Materiales, Lixiviación en bultos o camas del material, el paso de la mezcla de cianuro con los metales preciosos a las pilas de valor, trabajos en la Prensa, Fundición, cuentan con los estándares de seguridad muy por encima de los estipulados por las autoridades, amén de los trabajos de planeación, arquitectura ambiental, geología ambiental, ecología; además de que una vez extraídos los metales preciosos de la mezcla del cianuro, este mismo es enviado a otra pila llamado de “bajo valor”, para ser reciclado al utilizarse nuevamente en el proceso de lixiviación sobre los bultos o camas de material.
Por supuesto que el área de mecánica, dormitorios, comedores, cuentan con el servicio de primera calidad para beneficio de los que se encuentran en la Mina San Félix con la Misión de producir materiales de alta calidad, creando valores para sus inversionistas, y oportunidades de desarrollo a sus trabajadores y a la sociedad; posicionarse y trabajar como una empresa socialmente responsable.
La empresa tiene una Visión y Misión clara y bien definida.-
Su Visión es clara, pues esta empresa Minerales “La Negra” S. de R.L. de C.V., cuenta con grandes reservas de minerales que garantizan la sustentabilidad y crecimiento a largo plazo y está comprometida con el desarrollo de su personal y el respeto al medio ambiente. Una VISIÓN y una MISIÓN bien definidas y ya puestas en práctica.
La empresa derrama alrededor de 20 millones de pesos mensuales en el municipio, aparte de los sueldos al personal.-
Ahondando un poco más en este importante tema para toda la población de Caborca, pudimos determinar la magnitud de la gran derrama económica de esta empresa dentro del municipio, lo que nos habla de una derrama económica mensual del rango de los 20 millones de pesos aproximadamente en los diferentes rubros como compra de insumos, comestibles, neumáticos, apoyos de diferentes tipos, siendo de suma importancia para la región en estos tiempos tan difíciles que en general atraviesa el país y particularmente Caborca, resultando inconcebible que se susciten problemas inexistentes en torno a una fuente generadora de empleos y que pone en movimiento el engranaje económico local.
Aunado a los aproximadamente 20 millones de pesos de derrama en el municipio, se suman los sueldos de alrededor de 250 gentes que laboran en la mina, lo que da la tranquilidad a sus familias, pudiendo así hablar de que fácilmente, de ahí dependen más de mil personas.
La disputa es interna entre los miembros del Ejido Juan Escutia.-
Nos dimos a la tarea, dentro del trabajo de investigación periodística que venimos desarrollando, de ahondar en el asunto de los integrantes del Ejido “Juan Escutia”, terrenos donde se encuentra ubicada Mina San Félix, pues un grupo de ellos tratan de desestabilizar la buena marcha y funcionamiento de la mina sirviendo a intereses mezquinos y oscuros; recopilando información importante, en virtud que existen dos grupos, uno de ellos encabezado por el Sr. Artemio Monroy y que hace unos diez años, aproximadamente, vendieron 28 mil hectáreas de terreno a un abogado de la capital del Estado en la irrisoria cantidad de CUARENTA PESOS por hectárea, y como nos informaban conocedores del caso, el dinero obtenido por esa venta en aquel tiempo se repartió entre los socios que estaban presentes, dejando por fuera a otros pocos que no estaban acá ya que tuvieron que salir del país a buscar trabajo para su manutención, y ahora que regresaron exigen su parte, pero ya no fue posible y no les tocó nada.
Entonces decidieron que se quedarían con el resto del terreno ese grupo que regresó liderado por el Sr. Gabriel Valenzuela, enfrentando ahora al grupo de Artemio Monroy, pues también quieren parte aunque ya ellos hayan vendido la mayor cantidad de terreno.
Como podemos ver hay un problema interno y bajo ese argumento pretenden involucrar a la empresa que nada tiene que ver en eso, ya que su Contrato de Arrendamiento de las 600 Hectáreas celebrado con el Ejido “Juan Escutia” lo ha venido cumpliendo al pie de la letra.
Es posible que estos señores del agro hagan un paréntesis en sus vidas y reflexionen acerca del daño que pudieran causar a la región en caso de continuar sus disputas que pueden afectar en primera instancia los 250 empleos que a la fecha genera Mina San Félix y que tendría serias repercusiones en la economía regional, pudiendo desatar situaciones catastróficas de gran magnitud.
Tras nuestra investigación periodística nacida por el entorno que se ha creado en esta empresa, podemos determinar algunas conclusiones, a decir:
PRIMERA:- QUE LA MINA SAN FÉLIX ES PROPIEDAD DE LA EMPRESA MINERALES “LA NEGRA” S. DE R.L. DE C.V., REPRESENTADA POR EL EMPRESARIO KENNETH AZUKA IZEGBU.

SEGUNDA:- QUE LOS SEÑORES LEONARDO EMILIO JAIME PEÑA Y LEOPOLDO FÉLIX BADILLA ESTÁN SIENDO MANIPULADOS PERVERSAMENTE POR LOS INVERSIONISTAS ROBERTO HOAG Y JUAN DIEGO MORALES ESPINOZA, QUE PERDIERON EL RUMBO POR SU AVARICIA Y AMBICIÓN QUERIENDO CONCRETAR SU PROYECTO DE ELIMINAR A KENNETH AZUKA IZEGBU Y QUEDARSE CON EL ESFUERZO, EL TRABAJO, SACRIFICIO, Y LA VIDA DE UN HOMBRE QUE TIENE SU TODO EN LA MINA SAN FÉLIX. ASÍ COMO TAMBIÉN, MEDIANAMENTE LOS SEÑORES SOCIOS DEL EJIDO “JUAN ESCUTIA” DE ESTE MUNICIPIO.

TERCERA:- KENETTH AZUKA IZEGBU NO ESTÁ DISPUESTO A CEDER UN MILÍMETRO EN SU DEFENSA YA QUE ESTÁ TOTALMENTE SEGURO DE TENER LA RAZÓN. POR ELLO CONTINUARÁ COEXISTIENDO CON LA COMUNIDAD DE CABORCA SIN DEJAR AL LADO LOS APOYOS COMUNITARIOS, COMO SOSTENER LA BASE DE CRUZ ROJA EN LA GRAN “Y” GRIEGA, PROVEER LOS RECURSOS PARA LA ALIMENTACIÓN DEL ASILO DE ANCIANOS PRBRO. LUIS VALENCIA Y DEL COMEDOR DEL PADRE FERRE, LAS BECAS PARA ESTUDIANTES, EL DEPORTE, ETC., Y POR EL CONTRARIO, ESTÁN PROYECTADOS MUCHOS MÁS PARA LA NIÑEZ Y JUVENTUD DEL MUNICIPIO Y LA REGIÓN.

CUARTA:- CON FIRMEZA, QUIENES NOS DIMOS A LA TAREA DE REALIZAR ESTE PROFUNDO TRABAJO PERIODÍSTICO, TRAS HABER TENIDO A LA VISTA LOS DOCUMENTOS PROBATORIOS, FORMALMENTE INVITAMOS A ROBERT HOAG Y A JUAN DIEGO MORALES ESPINOZA, QUE SI ES CIERTO COMO ASEGURAN NO TENER DINERO PARA CONTRATAR UN ABOGADO QUE LOS DEFIENDA EN ESTE CASO, QUE INVIERTAN UNOS CUANTOS PESOS MEXICANOS EN SACARLE COPIAS FOTOSTÁTICAS SIMPLES A LOS DOCUMENTOS QUE PRUEBEN HABER INVERTIDO LOS NUEVE MILLONES DE DÓLARES QUE ASEGURAN HABER HECHO Y MANIFESTARON EN EL PORTAL DE MILENIO, QUE LOS PRESENTEN EN ESTAS OFICINAS DE GASTÉLUM EDITORES EN CALLE 1RA. NÚMERO 58 ESTE DE H. CABORCA, SONORA, Y NOS COMPROMETEMOS A TENERLES A KENNETH AZUKA IZEGBU EN NUESTRAS OFICINAS PARA QUE LES DEVUELVA CONSTANTES Y SONANTES ESOS MILLONES DE DÓLARES DE LOS QUE HABLAN.

QUINTA:- QUE ES FALSO LA ASEVERACIÓN QUE SE VIENE HACIENDO ACERCA DE LA CONTAMINACIÓN DEL 50% DE LAS 600 HECTÁREAS RENTADAS AL EJIDO JUAN ESCUTIA, YA QUE PUDIMOS CONSTATARLO. ASÍ COMO TAMBIÉN ES FALSO QUE NO HAYA PERMISOS PARA USO DE EXPLOSIVOS, PUES LOS TUVIMOS A LA VISTA TAMBIÉN. EL USO DEL CIANURO SE REALIZA CON MÉTODOS AUTORIZADOS POR LAS AUTORIDADES Y PRESENTAN ALTOS ÍNDICES DE SEGURIDAD, LO QUE COMPRUEBA LA NULA POSIBILIDAD DE CONTINGENCIA AMBIENTAL, Y A LA FECHA NO SE HA PRESENTADO ACCIDENTE ALGUNO AL RESPECTO.

SEXTA:- EL AMBIENTE LABORAL QUE PRIVA EN LA EMPRESA ES SANO, TAL Y COMO PUDIMOS COMPROBAR DE VIVA VOZ DE LOS TRABAJADORES , QUE NOS MANIFESTARON CONTAR CON TODAS LAS PRESTACIONES DE LEY Y CONTAR CON SALARIOS MUY POR ENCIMA DE LOS MÍNIMOS QUE RIGEN ESTA ZONA, ASEGURANDO QUE HARÁN LO PROPIO POR SALVAR LA EMPRESA EN DONDE SEA NECESARIO HACERLO.

SÉPTIMA:- ESTÁN DOCUMENTADOS CASOS EN QUE ESTE EMPRESARIO MINERO HA INTERVENIDO CON TAN BUENOS RESULTADOS DE HABER SALVADO VIDAS, DEMOSTRANDO UNA SENSIBILIDAD HUMANA Y SOCIAL, TAN ESCAZA HOY DÍA, QUE NOS HACE PENSAR EN ESA CAPACIDAD QUE POSEE KENNETH AZUKA PARA SENTIR COMO PROPIOS LOS PROBLEMAS AJENOS. “EN LA MINA SAN FÉLIX, SÍ HAY LADO HUMANO”, NOS COMENTÓ UN SATISFECHO EMPLEADO.

OCTAVA:- UNA CONCLUSION MÁS, SIN DUDA, ES QUE LOS SOCIOS DEL EJIDO “JUAN ESCUTIA”, TIENEN SUS DISPUTAS INTERNAS Y NO ES ÉTICO QUE TRATEN DE INVOLUCRAR A TERCEROS EN ELLAS; POR EL CONTRARIO CON CIVILIDAD Y HONESTIDAD SE PRECISA Y DESEA QUE PRONTO LOGREN ARREGLAR SUS DIFERENCIAS PARA NO PONER EN RIESGO FUERTES INVERSIONES Y MUCHO MENOS QUE CON ESE ACTUAR AHUYENTEN MÁS POSIBLES INVERSIONES EXTRANJERAS QUE DESEEN VENIR A INSTALARSE EN EL MUNICIPIO Y QUE TANTA FALTA HACEN.

NOVENA:- QUE ES INCOMPRENSIBLE QUE LOS SEÑORES LEONARDO JAIME Y LEOPOLDO FÉLIX, SE OSTENTEN COMO PROPIETARIOS DEL TÍTULO DE CONCESIÓN DE LA MINA SAN FÉLIX, CUANDO ESTÁN DEMANDANDO LA NULIDAD DEL CONTRATO PRIVADO DE COMPRA – VENTA A FAVOR DE MINERALES “LA NEGRA”; Y,

DÉCIMA:- RESULTA TAMBIÉN INCOMPRENSIBLE QUE LOS INVERSIONISTAS DEMANDANTES SEÑALEN EN EL ARTÍCULO DE MILENIO QUE FUERON NUEVE MILLONES DE DÓLARES LOS QUE APORTARON A LA EMPRESA Y QUE NO TENGAN PARA CONTRATAR UN ABOGADO.

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