AJEDREZ POLITICO, JUEGOS DE PODER
Continuación, ( parte 2 de 8 )
Más que afinidad política, ambos desplegaban una entrañable amistad, de corazón. Tanto que cuando se convirtió en presidente del PRI, Madrazo eligió a Elba Esther como su secretaria general.
El apoyo fue incondicional. Tanto que el tabasqueño apoyó a la lideresa magisterial para que también se convirtiera en la jefa de la bancada priista en la Cámara de Diputados.
Por eso La Maestra se convirtió en un factor estratégico en el primer gobierno panista, el de Vicente y Marta Fox. Porque era la lideresa legislativa que desde la oposición dominaba el escenario. Se acordaba en San Lázaro, pero se pactaba en la Cabaña de Los Pinos.
Histórica fue aquella reunión en la que la reforma fiscal foxista terminó cocinándola el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, en la casa de Carlos Salinas de Gortari y con la asistencia de Elba Esther Gordillo.
Pero esa extrema cercanía con el presidente del cambio, pero sobre todo con Marta Sahagún, terminó por crear recelos entre los priistas, incluyendo a Madrazo.
Quizá porque el tabasqueño comenzó a identificar que los intereses de La Maestra estaban alineados con los de Carlos Salinas, quien veía en Arturo Montiel a su candidato para el 2006, que Madrazo comenzó a tener desencuentros con la chiapaneca.
Tantos que desde la presidencia del PRI se gestó el relevo de Elba Esther como coordinadora de la bancada en San Lázaro. ( CONTINUARA MAÑANA )
Los entonces también legisladores Manlio Fabio Beltrones y Emilio Chuayffet fueron los operadores del golpe que en diciembre del 2003 desconoció a La Maestra e instaló al ex secretario de Gobernación como nuevo coordinador.
Las relaciones entre los maestros y el PRI se agriaron. Tanto que Elba Esther Gordillo promovió en enero del 2005 la creación de su propio partido, Nueva Alianza. ¿Cómo podía una priista tan poderosa crear un partido que le fuera a hacer competencia al tricolor?
La Maestra terminó rompiendo con Madrazo, a quien acusó de desleal. El tabasqueño le había prometido que cuando dejara el partido ella sería la nueva dirigente nacional pero las ilusiones se esfumaron.
Elba Esther Gordillo incluso llegó a declarar que Madrazo la había amenazado de muerte. La confrontación terminó en inevitable rompimiento.
En septiembre del 2005 algunos priistas demandaron la expulsión de la lideresa magisterial. El dictamen que la dejaba fuera se terminó en noviembre del 2005 pero la jerarquía tricolor temía, con su salida, una estampida.
El descarrilamiento de la candidatura de Arturo Montiel bajo la acusación de enriquecimiento inexplicable dio paso a la candidatura presidencial de Roberto Madrazo. Y ni Carlos Salinas de Gortari, ni Elba Esther Gordillo respaldaron al tabasqueño.
En su lugar crearon una alianza de gobernadores antagónicos a la candidatura de Madrazo. Se les conoció como el TUCOM (Todos Unidos contra Madrazo). Pero no pudieron descarrilar esa candidatura. Y terminaron pactando, de la mano de La Maestra, su alianza con el PAN y con Felipe Calderón.
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