..

..

jueves, 1 de septiembre de 2011

AJEDREZ PILITICO, JUEGOS DE PODER




Continuación, ( parte 5 de 8 )

Y fue Humberto Moreira el que terminó pactando el pasado 3 de mayo una comida en el restaurante Palm a la que sólo asistieron cuatro comensales. Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa y Humberto Moreira se tomaron la foto de la unidad.
La capacidad conciliadora del nuevo dirigente del PRI rendía sus frutos y se habilitaba como interlocutor confiable. Sus bonos iban en ascenso.
FALLAS EN EL TABLERO
El estilo abierto, popular y hasta populachero de un presidente del PRI que baila chúntaro se convirtió en una excelente carta de presentación para posicionarse.
Pero en algunos círculos no pareció suficiente, y hasta era muy cuestionada, por los que reclamaban una falta de seriedad. Sobre todo a la hora de confrontar a la autoridad.
Y el estilo confrontativo de Humberto Moreira, sobre todo en los diferendos con el presidente Felipe Calderón, comenzó a dividir opiniones en los altos mandos del PRI y también en la opinión pública.
Su respuesta era que actuaba como oposición. Defendiendo al PRI de los embates del partido en el poder y de su presidente.
Aunque las diferencias no se suscribían exclusivamente a su relación con los panistas. También entre los priístas algunas situaciones lo colocaron en apuros.
Como el de la comida con Peña Nieto, Beltrones y Gamboa, a la que no fue convocado Francisco Rojas, el coordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados.
Más tarde el encuentro y el desencuentro se convertiría en el pan de cada día en la relación con Manlio Fabio Beltrones, el poderoso líder de la bancada priísta en el Senado y considerado por tiros y troyanos como el priísta con más poder real entre la clase política y empresarial.
Sin embargo entre quienes más urticaria levantó el Estilo Moreira fue entre el gobierno calderonista y entre los panistas más tradicionales.
La batalla con el presidente Felipe Calderón se dio desde el primer día. Para nadie era un secreto que el confrontador era Humberto Moreira y el amigable componedor era Manlio Fabio Beltrones.
La agenda con el inquilino de Los Pinos parecía ir más allá de los desencuentros de opinión sobre las reformas y la velocidad de aprobación e implementación.
En la agenda del presidente del PRI había algo más; el papel que jugaría Felipe Calderón en la elección estatal para renovar la gubernatura de Coahuila.
Durante años Humberto Moreira auspició como gobernador la imagen de su hermano Rubén como un brazo operador eficiente. Para algunos el estratega tras el trono. Y lo fue conduciendo hasta convertirlo en el favorito en las encuestas.
Pero en la otra esquina la agenda también era personal. El presidente Felipe Calderón impulsaba a su compadre, el ex presidente municipal de Torreón y senador panista Guillermo Anaya.
Pero el trabajo político y los recursos económicos desplegados en la campaña de Rubén Moreira terminaron por aplastar al apadrinado presidencial.

CONTINUARA MAÑANA

Noticias Anteriores

El Zeta 1000 le mantiene informado con las últimas noticias que suceden en nuestro Caborca, gracias por su visita.

EL ZETA 1000 Noticias de Caborca © Derechos Reservados El Zeta 1000 Gerardo Espinoza Ortega.

TOPO