Cae el número uno de ETA en Sur de Francia
Jurdan Martitegi Lizaso, considerado el “número uno” de la organización terrorista vasca ETA, fue detenido ayer en Perpiñán, al sur de Francia, cuando se dirigía a una reunión con otros dos miembros de la organización, que también fueron detenidos.
A sus 28 años, Martitegi era el jefe de los comandos de ETA. Es decir, el responsable de decidir los atentados terroristas que la banda cometía. La operación estuvo coordinada por el Cuerpo Nacional de la Policía y por la Policía Judicial francesa, y fue ordenada por el juez español Baltasar Garzón.
El ministerio francés del Interior dijo en un comunicado que en la operación fueron detenidos tres presuntos etarras, aunque no reveló las identidades de los otros dos. Lo que sí concretó es que los detenidos iban armados y portaban documentación falsa.
Asimismo, el departamento que dirige Michele Alliot-Marie, expresó su satisfacción por los resultados de la colaboración entre Francia y España en la lucha antiterrorista.
La foto de Martitegi figuraba en los carteles de los terroristas más buscados en España y Francia, y su nombre estaba también en la lista terrorista de la Unión Europea (UE).
La detención de ayer se suma a la exitosa lucha contra el terrorismo que está llevando a cabo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tras el fracaso de su proceso de paz, y que comenzó en 2008.
Ese año fue fatídico para la organización separatista porque las fuerzas de seguridad detuvieron a los dos etarras responsables de que se rompiera el diálogo de ETA con el gobierno y volara por los aires la terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas el 30 de diciembre de 2006 causando dos muertes.
Luego se realizaron las importantes capturas de los etarras Francisco Javier López Peña, alias Thierry y Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki.
El primero, que era el jefe del aparato político, el ideólogo y el supuesto “pensador”, fue capturado el 20 de mayo.
Tras su detención, el segundo se convirtió en su sucesor y en jefe del aparato político y también militar de la banda.
Pero duró poco en el cargo ya que fue detenido unos meses después.
Y lo que es peor para la organización. Cometió un error: dejó información grabada en su computadora que llevó a la policía a capturar a su sucesor: Aitzol Iriondo, apenas tres semanas más tarde.
Ayer, Rodríguez Zapatero se adjudicó un nuevo éxito policial al detener a Martitegi, quien no opuso resistencia. Un éxito que se suma a las capturas hace unos días también en Francia de la etarra Itxaso Legorburu y de Ekaitz Sirvent Auzmendi, considerado el número dos del aparato logístico de ETA, jefe de las falsificaciones y miembro del Comité Ejecutivo de la ETA.
Estas continuas detenciones demuestran que la organización terrorista, que se creó hace más de 40 años y ya lleva casi 900 víctimas a sus espaldas, está formada y liderada por chicos cada vez más jóvenes e inexpertos, muchos de ellos nacidos en democracia, pero dispuestos y capaces de a poner un coche-bomba o de asesinar a sangre fría y por la espalda, para lograr un objetivo: la independencia del País Vasco. Una de las comunidades más ricas, prósperas y bonitas de España.
A sus 28 años, Martitegi era el jefe de los comandos de ETA. Es decir, el responsable de decidir los atentados terroristas que la banda cometía. La operación estuvo coordinada por el Cuerpo Nacional de la Policía y por la Policía Judicial francesa, y fue ordenada por el juez español Baltasar Garzón.
El ministerio francés del Interior dijo en un comunicado que en la operación fueron detenidos tres presuntos etarras, aunque no reveló las identidades de los otros dos. Lo que sí concretó es que los detenidos iban armados y portaban documentación falsa.
Asimismo, el departamento que dirige Michele Alliot-Marie, expresó su satisfacción por los resultados de la colaboración entre Francia y España en la lucha antiterrorista.
La foto de Martitegi figuraba en los carteles de los terroristas más buscados en España y Francia, y su nombre estaba también en la lista terrorista de la Unión Europea (UE).
La detención de ayer se suma a la exitosa lucha contra el terrorismo que está llevando a cabo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tras el fracaso de su proceso de paz, y que comenzó en 2008.
Ese año fue fatídico para la organización separatista porque las fuerzas de seguridad detuvieron a los dos etarras responsables de que se rompiera el diálogo de ETA con el gobierno y volara por los aires la terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas el 30 de diciembre de 2006 causando dos muertes.
Luego se realizaron las importantes capturas de los etarras Francisco Javier López Peña, alias Thierry y Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki.
El primero, que era el jefe del aparato político, el ideólogo y el supuesto “pensador”, fue capturado el 20 de mayo.
Tras su detención, el segundo se convirtió en su sucesor y en jefe del aparato político y también militar de la banda.
Pero duró poco en el cargo ya que fue detenido unos meses después.
Y lo que es peor para la organización. Cometió un error: dejó información grabada en su computadora que llevó a la policía a capturar a su sucesor: Aitzol Iriondo, apenas tres semanas más tarde.
Ayer, Rodríguez Zapatero se adjudicó un nuevo éxito policial al detener a Martitegi, quien no opuso resistencia. Un éxito que se suma a las capturas hace unos días también en Francia de la etarra Itxaso Legorburu y de Ekaitz Sirvent Auzmendi, considerado el número dos del aparato logístico de ETA, jefe de las falsificaciones y miembro del Comité Ejecutivo de la ETA.
Estas continuas detenciones demuestran que la organización terrorista, que se creó hace más de 40 años y ya lleva casi 900 víctimas a sus espaldas, está formada y liderada por chicos cada vez más jóvenes e inexpertos, muchos de ellos nacidos en democracia, pero dispuestos y capaces de a poner un coche-bomba o de asesinar a sangre fría y por la espalda, para lograr un objetivo: la independencia del País Vasco. Una de las comunidades más ricas, prósperas y bonitas de España.